¿Buena salud? ¿Mala salud? Todo depende del punto de vista. Desde el punto de vista de la gran industria farmacéutica, la mala salud es muy saludable.
La timidez, pongamos por caso, podía resultar simpática, y quizás atractiva, hasta que se convirtió en enfermedad. En el año 1980, la American Psychiatric Association decidió que la timidez es una enfermedad psiquiátrica y la incluyó en su Manual de Alteraciones Mentales, que periódicamente ponen al día los sacerdotes de la Ciencia.
Como toda enfermedad, la timidez necesita medicamentos. Desde que se conoció la noticia, los grandes laboratorios han ganado fortunas vendiendo esperanzas de curación a los pacientes apestados por esta fobia social, alergia a la gente, dolencia médica severa.
(Eduardo Galeano, “Los hijos de los días”, pag. 124. Ed. Siglo XXI de España Editores, S.A.. 2012)