Dijo María: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el ángel dejándola se fue. (Lucas 1)
María es la gran protagonista del Adviento. En el futuro, Jesús será el centro del Evangelio, pero mientras tanto, en este tiempo, la Virgen María me sirve de arquetipo, de mensaje sencillo, de lección de vida.
Ella es la mujer del Sí.
Apenas identificó a Dios como el emisor del mensaje, le dijo Sí, acepto.
Aunque todos los demás no comprendieran su vida, ella dijo Sí, acepto.
Por nueve meses de embarazo, dijo Sí, acepto.
En una noche de invierno, con todas las puertas cerradas, dijo Sí, acepto.
A sus dolores de parto, dijo Sí, acepto.
A darle vida al mismo Dios, dijo Sí, acepto.
Y en sus brazos, acunándole y mirándole dormir, le dijo Sí, acepto.
Difícil decirle Sí, siempre, en toda circunstancia a Dios. Yo suelo reconocer con facilidad que es Dios quien me está pidiendo algo. Pero la Aceptación no viene igual de fácil. Me rehúso. Acudo a mi sensatez. Me estaciono en la costumbre. Me inunda la autosuficiencia.
En mi vida, Dios me ha indicado diferentes caminos, aún esos que “los demás” no admitían como los tradicionales, que eran “mal vistos”, que quizás pertenecían a otros mundos. Dudé. Me negué al comienzo. Pero pasado un tiempo, el encargo se hizo más evidente, eran los caminos ex profesos para mí, los que me conducirían a la dicha completa. Dios actúa a mediano y largo plazo.
Dios me ha anunciado caminos de difícil acceso, de soledad, de dolor, de contracorriente o de cuestas arriba. Y di la espalda. Me he hecho el sordo. Fui indiferente. Pero al final, he comprendido que Dios separa en dos los mares para dejarme pasar, que me pone las estrellas y el Cielo enteros a mi disposición para guiarme.
Igual que María, igual que un vitral, quisiera que la luz de Dios pase a través de mí.
Sí, acepto.
José García Moya.
En el día de María Inmaculada, 8 de Diciembre.
Resulta preciosa, emotiva y hasta finamente literaria esta evocación mariana que nos brinda nuestro buen amigo José para este Tiempo de Adviento.
Felicidades y un gran abrazo