San Francisco murió en la Porciúncula, fuera de la ciudad de Asís, al atardecer del día 3 de octubre de 1226. A la mañana siguiente, que era domingo, su cuerpo fue trasladado solemnemente a Asís y enterrado en la iglesia de San Jorge.
El 25 de mayo de 1230, el cuerpo de san Francisco fue trasladado desde la iglesia de San Jorge a su nueva basílica, que fue consagrada por Inocencio IV el 25 de mayo de 1253. En la actualidad la Familia franciscana celebra estos acontecimientos el 24 de mayo.