Nació en Antequera (Málaga, España) en 1834. Desde niña destacó por su bondad y simpatía, inteligencia y viveza de carácter, y eran ya notables su devoción a la Virgen y a la Eucaristía y su amor a los pobres. A los 22 años, contra el parecer de su padre, contrajo matrimonio con un hombre dado al juego, que la hizo sufrir mucho, hasta que, con su bondad paciente, consiguió que cambiara de vida. Viuda a los 47 años y sin hijos, buscó servir a Dios en el cuidado y educación de los niños pobres. Abrió en su casa una escuela, y con algunas jóvenes que colaboraban con ella inició lo que a partir de 1884 es el instituto de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, dedicado a la enseñanza, a la atención de ancianos y enfermos y a otras obras sociales. Mucho tuvo que sufrir de propios y extraños, pero la Pasión de Cristo y el amparo de la Virgen del Socorro dieron firmeza a su fe y a su ánimo. Murió en Antequera el 9 de noviembre de 1899. Fue beatificada el año 2007.
(Directorio Franciscano. Año Cristiano Franciscano)