Nació en Cádiz (España) el 30 de marzo de 1743. De joven entró en la Orden Capuchina y, terminados los estudios, recibió la ordenación sacerdotal en 1766. El decenio siguiente lo dedicó a la predicación por toda Andalucía, y luego extendió su campo de apostolado a toda España y Portugal. Fue un predicador asombroso, incansable misionero popular, que reunía a multitudes de toda clase y condición para escucharle. Sus dotes oratorias iban acompañadas de singulares gracias del cielo, y su lenguaje era llano y directo. Combatió los peligros que traía consigo la «Ilustración», lo que le ocasionó enemistades y persecución. Fue hombre de oración y penitente, muy devoto de la Virgen, la «Divina Pastora». Se le consideraba apóstol de la misericordia. Escribió numerosas obras. Murió en Ronda (Málaga) el 24 de marzo de 1801. La Familia franciscana celebra su memoria el 5 de enero.
– Oración: Oh Dios, que has concedido al beato Diego José la sabiduría de los santos, y le has encomendado la salvación de su pueblo; concédenos, por su intercesión, discernir lo que es bueno y justo, y anunciar a todos los hombres la riqueza insondable que es Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.