Queremos haceros eco de la noticia que acaba de llegarnos acerca del P. Rafael Pozo. Se trata de un premio que le harán en próximas fechas en Chiquimula (Guatemala) por su labor en Quezaltepeque, a través de la Fundación Paz y Bien.
No nos puede extrañar tal homenaje después de tan prolífica labor como la que llevó a cabo en la época en que estuvo destinado en aquellas tierras como misionero. Como botón de muestra nos gustaría reflejar algunas de sus obras: la creación de escuelas de adultos, programas radiofónicos dedicados a la formación cristiana y cultural, escuela radiofónica que permitía transmitir la educación interconectando las distintas aldeas, programas educativos apoyados por el Ministerio de Educación de Guatemala, creación de un Centro de Salud, clínica dental, farmacia, programas de formación de la mujer rural y un largo etcétera.
Para darnos una idea más precisa de parte de su labor, podéis consultar la siguiente página web: www.pazbienongd.org
En la medida en que dispongamos de noticias más precisas sobre este homenaje las pondremos en vuestro conocimiento.
Pues claro que dejo un comentario y además con mucho gusto. Me llamo Francisco Aquino, estuve en Antequera desde el año 1956-58 y consevo en mi corazón un recuerdo entrañable, nunca vi una disputa entre compañeros, sino siempre mucha caridad y servicio de unos con otros, el mérito hay que atribuirlo 1º al Señor y al que nos guiaba con su palabra y con el ejemplo de su vida, rebosando caridad, hamildad, comprensión, perdón y todas esas cualidades tan necesarias para llevar a los demás a Jesucristo el P. Faustino.
Al igual que a mí personalmente, también a vosotros el P. Faustino ha marcado el rumbo de nuestras vidas como cristianos y aunquue exclaustrados, como capuchinos.
Que el P Rafel Pozo, coincidio conmigo en Antequera y claro fue un buen discipulo del P. Faustino, a ese Sacerdote ejemplar debe indiscutiblemente ese tesón en obrar el BIEN.
La vida del capuchino es eso una Caridad sin limites para todos sin mirar a quien, sin esperar recompensas, sino amando y eso se aprende a los pies del Sagrario, me imagino y esto sin dudarlo al P. Rafael en oración y contandole al Señor las calamidades de este mundo, los pobres sin nada, ni colegio, ni medico, ni casas, ni nadie que les enseñe, como ovejas sin pastor y ¿Por qué no haces algo por ellos Señor? La respuesta del Señor sería: Porque no lees Lc 10,25-37 la parábola del Buen Samaritano, pues al final digo:»Ve y haz tú lo mismo» no temas que yo estoy contigo.
Querido P. Rafael, en Mt 5 nos dice que las gentes al ver vuestras buenas obras alaben a vuestro Padre del Cielo y eso te digo: En el homenaje, merecido por supuesto, revistete de esa humildad capuchina y ofreceselo al Señor para que el mundo crea.
Quieres un homenaje, pues ten presente continuamente esas palabras de Pablo a Timoteo «Recuerda la gracia que se te concedio por la imposición de las manos el día de tu ordenación».
Mi homenaje personal, es felicitarte y rezar al Señor dandole gracias por el don que recibimos todos con tu persona y bendecirlo siempre, un abrazo. Que todo sea en alabanza de Cristo bendito. Amén.
Francisco Aquino
Pues claro que dejo un comentario y además con mucho gusto. Me llamo Francisco Aquino, estuve en Antequera desde el año 1956-58 y consevo en mi corazón un recuerdo entrañable, nunca vi una disputa entre compañeros, sino siempre mucha caridad y servicio de unos con otros, el mérito hay que atribuirlo 1º al Señor y al que nos guiaba con su palabra y con el ejemplo de su vida, rebosando caridad, hamildad, comprensión, perdón y todas esas cualidades tan necesarias para llevar a los demás a Jesucristo.
Al igual que a mí personalmente, también a vosotros el P. Faustino ha marcado el rumbo de nuestras vidas como cristianos y aunquue exclaustrados, como capuchinos.
Que el P Rafel Pozo, coincidio conmigo en Antequera y claro fue un buen discipulo del P. Faustino, a ese Sacerdote ejemplar debe indiscutiblemente ese tesón en obrar el BIEN.
La vida del capuchino es eso una Caridad sin limites para todos sin mirar a quien, sin esperar recompensas, sino amando y eso se aprende a los pies del Sagrario, me imagino y esto sin dudarlo al P. Rafael en oración y contandole al Señor las calamidades de este mundo, los pobres sin nada, ni colegio, ni medico, ni casas, ni nadie que les enseñe, como ovejas sin pastor y ¿Por qué no haces algo por ellos Señor? La respuesta del Señor sería: Porque no lees Lc 10,25-37 la parábola del Buen Samaritano, pues al final digo:»Ve y haz tú lo mismo» no temas que yo estoy contigo.
Querido P. Rafael, en Mt 5 nos dice que las gentes al ver vuestras buenas obras alaben a vuestro Padre del Cielo y eso te digo: En el homenaje, merecido por supuesto, revistete de esa humildad capuchina y ofreceselo al Señor para que el mundo crea.
Quieres un homenaje, pues presente continuamente esas palabras de Pablo a Timoteo «Recuerda la gracia que se te concedio por la imposición de las manos el día de tu ordenación».
Mi homenaje personal, es felicitarte y rezar al Señor dandole gracias por el don que recibimos todos con tu persona y bendecirlo siempre, un abrazo. Que todo sea en alabanza de Cristo bendito. Amén.
Francisco Aquino