SAN PEDRO REGALADO. Nació en Valladolid el año 1390. Atraído por la predicación de Pedro de Villacreces, que lideraba una reforma de la Orden franciscana, ingresó muy joven en el convento de La Aguilera (Burgos), donde, bajo la guía del P. Villacreces, progresó en una vida de pobreza y de oración semejante a la de los orígenes franciscanos. Ya sacerdote, marchó en 1415 a la fundación del convento de El Abrojo, cerca de Valladolid. Allí se entregó de lleno a la estricta vida de conversión evangélica, que alternaba con la predicación por los pueblos cercanos. Muerto Villacreces, le sucedió al frente de la reforma emprendida. Promovió la fiel observancia de la Regla y se distinguió por su ruda austeridad y altísima contemplación. Al mismo tiempo, se desvivió por los enfermos, especialmente los leprosos. Gozó de extraordinarios dones místicos, y los focos principales de su devoción fueron la Eucaristía, la Santísima Virgen y la pasión del Señor. Murió el 30 de marzo de 1456 en La Aguilera. Su fiesta se celebra el 13 de mayo.
– Oración: Dios todopoderoso, que concediste a tu siervo san Pedro Regalado, mortificado en la carne, el don de la contemplación, concédenos, por su intercesión, el gozo de contemplarte eternamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
(Directorio Franciscano. Año Cristiano Franciscano)