En estas fechas navideñas cuando, una vez más, podemos contemplar los belenes con las figuras de los pastorcillos, los labriegos, el portal, el río…, quiero felicitaros estas fiestas, con la imagen de un paisaje campestre que pinté hace algún tiempo, recordando los años mil novecientos cincuenta, cuando algunas veces, acompañaba a mi abuela a la vega de mi pueblo para recoger viandas agrícolas como patatas, cebollas, pimientos, etc., con las que hacía las comidas cada día. Recuerdo que las Navidades tenían un carácter muy familiar y lleno de sencillez, donde en los pueblos, las familias se reunían alrededor del fuego de la chimenea y cantaban villancicos y se repartían dulces que hacían las madres o abuelas.
Muy cerca de aquellos campos, discurría un canal de riego, en cuyos bordes brotaban gran cantidad de plantas y florecillas silvestres como amapolas, margaritas, cardillos, clavelinas… Aquel espacio de naturaleza, donde se mezclaban los sonidos del agua con el esplendor multicolor de la flora, sólo podía ser obra del Artista Supremo, el Señor de todas las Criaturas.
Con un fraternal abrazo para todos, José Fdez. Morenilla. (José de Otura).
Gracias por tu felicitación, José. Con tu pintura y tus recuerdos de la infancia, nos traes a la memoria, a muchos, estampas de nuestra niñez, que nos resultan muy gratas.
Felicidades a ti también y que Dios nos depare, a todos, lo mejor que considere para el 2014.
Un abrazo.
Precioso el cuadro de nuestro compañero Otura y pleno de cariño su comentario. A mí, que tanto trabajo me costaba aprobar Dibujo, me parece un paisaje que revienta de luz y color. Enhorabuena y Feliz Navidad.