» In Memoriam » P. Alfonso Ramírez Pedrajas de El Viso.

A pocos días de que nuestra querida Asociación se reúna de nuevo para celebrar un nuevo y gozoso Encuentro en Antequera, nos encontramos con la tristísima noticia del fallecimiento de nuestro querido hermano y compañero P. Alfonso Ramírez Pedrajas de El Viso. La ley de la vida sigue su curso inexorable y son ya muchos huecos los que se van produciendo en las filas seráficas de nuestra Asociación. Ni el paso del tiempo ni otras circunstancias  harán que perdamos la memoria  de todos estos compañeros  en lo más profundo  de nuestras mentes y en nuestros corazones. La llama de su recuerdo siempre permanecerá viva entre nosotros.

He comentado varias veces que cuando ingresé en el Seminario Seráfico de Antequera allá por el mes de Septiembre de 1960, los compañeros de los cursos superiores fueron para mí y para todos nosotros como nuestros hermanos mayores. Nos animaban y exhortaban a saber llevar la cotidianidad del Seminario  y a perseverar  en nuestra incipiente vocación.

Me faltaban unos meses para cumplir doce años e iba a cursar Primero de Bachillerato; el P. Alfonso  iba entonces a cursar Segundo de Bachillerato, pero en ese curso junto con él había otros dos compañeros que, por la madurez en sus formas de actuar y comportarse,  demostraban que eran unos años mayores que el resto de su curso: el P. Alfonso, Juan Manuel Ayala y Pepe López. A los tres los tuve como modelos a seguir a lo largo de mi estancia en el Seminario.

El P. Alfonso era cercano, amable, fraternal y siempre dispuesto a escucharte y ayudarte en todos los consejos que le demandabas cuando acudías a él. Siempre afable y cariñoso con todo el mundo.

Junto a todas estas cualidades personales hay que añadir que era un excelente pintor, dibujante, escritor, rapsoda y poseía un excelente timbre de voz. Durante muchos años formó parte del Equipo de Redacción del «Sputnik Seráfico» y recuerdo tanto sus excelentes artículos como sus magníficos dibujos. En los distintos concursos literarios que se promovían en el Seminario, él formaba parte del Jurado que premiaba las mejores obras. En el Coro del Seminario era una de las mejores voces junto a las del Padre Demetrio de Barcelona y Padre Honorio de Sevilla.

En la clase de Declamación me encantaba oírle leer todo tipo de textos dándole la correcta entonación, el ritmo apropiado y las pausas correspondientes. Todo lo llevaba con una gran normalidad y naturalidad, nunca se pavoneaba de poseer estas cualidaes innatas en su persona.

Todos recordaremos las magníficas veladas teatrales en el salón de Actos con motivo de algunas festividades importantes en la vida del Seminario. Recuerdo con mucho cariño la representación de «La venganza de Don Mendo» de Pedro Muñoz Seca, en la que actuaron el P. Demetrio de Barcelona, Paco Sánchez Ramos y el P. Alfonso, junto a otro importante elenco de actores. Fue una magnífica velada digna de ser recordada y anotada en los anales del Seminario. También estando el Padre Alfonso ya en el Noviciado, en Sanlúcar de Barrameda, se puso en escena la obra «Una escuadra hacia la muerte » de Alfonso Sastre; en su representación intervino el Padre Alfonso y también fue un éxito. Guardo una foto de esta representación. Con esta misma obra mis compañeros de curso nos despedimos del Seminario representándola cuando ya lo abandonábamos para marchar al Noviciado.

El P. Alfonso también ha sido, entre otros, uno de los firmes defensores de la Asociación. Recuerdo cuando celebramos el Encuentro en Sanlúcar de Barrameda, el cariño con el que nos enseñaba todas las estancias del Convento y así nos hacía recordar nuestro paso por allí. Igualmente durante los distintos Encuentros en Antequera cómo se multiplicaba para atender y conversar con todos los compañeros asistentes y sus acompañantes.

Cuando los cursos superiores nos tuvimos que marchar durante un trimestre a Córdoba, por obras de ampliación en el Seminario de Antequera, me viene a la mente una anécdota en la que estuvo implicado el P. Alfonso. Recuerdo que era Domingo y, aprovechando que no teníamos clases, estábamos todos en la huerta del Convento de Córdoba. En dicha huerta había una caseta donde estaba la bomba del motor que sacaba agua para  poder regar las plantaciones. Junto a la caseta había una higuera enorme y todos nos agrupamos en torno a la misma y a la caseta. No recuerdo el nombre del Superior que nos contaba la historia de Jesús y Zaqueo. El P. Alfonso se subió a la higuera y cuando llegó el momento en que Jesús le dice a Zaqueo: » Baja, Zaqueo… «, ni corto ni perezoso, se bajó de la higuera causando una gran hilaridad entre todos los allí congregados.

Con este escrito quiero dedicar mi homenaje póstumo de gratitud y cariño fraternal al P. Alfonso. Mi más sentido pésame a sus familiares y a toda la familia capuchina y a sus compañeros del Convento de Antequera. Ha sido un sacerdote muy querido por todos los feligreses de las parroquias en las que ha desarrollado su labor pastoral. La comunidad eclesial de El Salvador en Antequera le despidió en una misa concelebrada por varios sacerdotes y el Obispo Auxiliar de Málaga.

Mi agradecimiento a los compañeros que le visitaron en el hospital, durante su estancia en el mismo, y a los que le despidieron en la misa de «corpore in sepulto». Todos ellos supieron representarnos: familia de Antonio Robles de Cogollos Vega, Antonio García Rubio de Dos Torres, Antonio Granados Moreno de El Viso, Miguel Tomás Gómez Jiménez y señora de Cogollos Vega, Ildefonso Jiménez Ramos de Córdoba, Raimundo García Guillot de Melilla, José Antonio Fernández López de Dos Torres, Juan José Valverde León de El Viso, Rafael Castellanos Ruíz de Córdoba, Juan Antonio Perea Artacho de Antequera, Gabriel Durán García de Antequera, Juan Manuel Ayala de Mérida, etc.

Querido P. Alfonso: D. E. P. Siempre permanecerás en nuestra memoria y en nuestro corazón.

José Manuel Chacón Mora de Níjar.

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Una respuesta en “» In Memoriam » P. Alfonso Ramírez Pedrajas de El Viso.

  1. Ildefonso dijo:

    Precioso y muy completo este relato de nuestro querido J.M.Chacón, sobre las distintas facetas y características de nuestro querido compañero Alfonso de El Viso que ya marchó a la casa del Padre. Por mi parte, quiero añadir que siempre le tuve un afecto especial pues el P. Director me mandó a recibirle a la estación de Antequera. Eso fué el día 3 de Octubre de 1959, víspera de San Francisco. Alfonso y yo siempre recordábamos esa fecha. El recibimiento se lo hicimos José Antonio de El Viso y yo.
    Un abrazo
    Ildefonso

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